Gracias por ser chiquito y caber en todos lados, por poder dormir en todo momento.
Gracias por viajarme, a pie, en bici o a caballo.
Gracias por llorar tanto y de todo y hacer suavecitos mis cachetes y pesares con tus lágrimas.
Gracias por contener esta mente que vuela no siempre a los mejores lugares
Gracias por nacer con manos grandes como las de mi abuela, y ser tan fuerte como para nunca tirarme del caballo ni del acantilado de mi lado oscuro.
Gracias por aguantar el peso de esta ciudad y ser ligero cuando tengo que olvidar.
Gracias por sentir los placeres más vibrantes con las cosas más sencillas,
por ser valiente y soportar dolores que no debiste padecer,
por sobrevivir al accidente que te partió con sangre y a las tristezas que te trozaron el alma, gracias por recuperarte y vivir como si nada hubiera pasado, gracias por aprender dos veces a caminar y por sobrevivir a tristezas que también te hundieron en la cama y te olvidaron cómo vivir.
Gracias por guardar esta loca insoportable que ama de más y que muchas veces te ha descuidado.
Gracias por ser la caja que me lleva, por correrme de donde hay peligro y por acercarme a los abrazos más profundos.
Gracias por ayudarme a amar con besos, abrazos, caricias y piojito y por conectarme con el cuerpo de quien me ama.
Gracias por hacerme la “mi chaparrita” de Dolores y la "mi chiquita" de las mañanas de Norberto.
Gracias por nacerme de paso en esta vida y hacerla tan bonita.

Comments